Reduce la conflictividad social. Disminuyendo el estrés de los colaboradores. Por parte del empleado que sale ve una salida laboral factible y, por parte de quienes permanecen, disminuye la angustia al saber que sin importar qué existe una alternativa real de reubicación.

También ayuda evitar instancias judiciales gestionadas por el resentimiento que provoca una desvinculación. Hay que tomar en cuenta en la mayoría de los casos los motivos oficiales (necesidades de la empresa o restructuración) no son suficientes para quien está siendo desvinculado, llevando a efectuar acciones legales que, si bien la mayoría de ellas no llegan a tocar puerto, consumen recursos, ya sean económicos, de tiempo, e incluso del propio capital humano.

La Marca de Empleadora mejora. Los ex empleados, al no sentirse abandonados, tendrán una percepción más comprometida con la marca de la empresa, esto ayuda por un lado a evitar difusión de chismes o malos comentarios sobre la compañía, y por otro a la promoción de la marca empleadora para futuros procesos de selección. Por lo tanto, los ex colaboradores, ayudarán de forma indirecta a la adquisición de mejor y más comprometido capital humano.

Contribuye a mejorar la imagen de marca para los clientes finales. 

El compromiso con la reubicación de trabajadores de la empresa demuestra estar realizando una gestión correcta de su responsabilidad social, por lo que el cliente final sentirá un compromiso adicional y complementario a la hora de seguir consumiendo vuestros productos y/o servicios.